El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, instó a que la seguridad sea prioridad para la nueva administración que inicia funciones este 15 de diciembre.
Señaló que los recientes hechos de violencia han afectado a varios municipios. Por lo tanto, no pueden ser minimizados por las autoridades gubernamentales.
El prelado destacó que la inseguridad también ha perjudicado a sacerdotes. Incluso, señaló que ellos son víctimas de asaltos en sus comunidades.
Calificó como “delicado y grave” el linchamiento de tres personas en Atzitzihuacan. Consideró el hecho como un reflejo del hartazgo ciudadano ante la inseguridad.
“Las comunidades están cansadas de tanta inseguridad. Lo ocurrido en Atzitzihuacan fue muy delicado, fue grave”, afirmó Sánchez Espinosa.